domingo, 28 de octubre de 2012

RUTA CIRCULAR MONTEJAQUE ZURRAQUE Y POSTERIOR SUBIDA AL HACHO


Ruta realizada el 27 Octubre 2012

Participamos los siguientes miembros:

Lydia, Pepa, Pablo, Miguel, Patxi, Juan José y yo.

Salimos de Tomares a las 9,00h con dirección a Montejaque, dónde dejamos los vehículos, en la misma calle de entrada al pueblo.

Justo antes de entrar en el pueblo observamos un carril de tierra a nuestra derecha que conecta con la carretera y en su intersección se encuentra el “Cortijo Fuente Marchal” de turismo rural, 


por ese camino deberemos tomar e iniciar nuestra ruta.

Tras aparcar, colocarnos las botas y nuestra mochila, comenzamos nuestra caminata, de momento retrocediendo por nuestros pasos hasta conectar con el citado carril.


Lo seguimos durante un tiempo, vamos bordeando el Hacho dejándolo a nuestra izquierda y en una curva pronunciada a derecha, 


vemos una vaguada por la que se podría atacar cómodamente al Hacho, conectando con su cuerda y así por su cresta, llegar a su cumbre.

Seguimos caminando por el carril, llega un momento que describe un suave descenso para tomar a continuación otro suave ascenso y prácticamente en su culminación sale un carril en peor estado y más estrecho que por el que venimos a nuestra izquierda y por él tomamos.
En sentido ascendente y con bastante más inclinación del que veníamos.

Tras un tiempo subiendo por este nuevo carril, pasamos una amplia cancela, a continuación, llegamos a su parte más alta, creo que se llama el puerto de Forcila, que es fácil de distinguir pues en el suelo hay un “mataburros”, esas vigas colocadas en el terreno paralelamente unas a otras que ocultan un hueco debajo de ellas y que están lo suficientemente separadas entre ellas para permitir el paso, rodado o caminando, pero que por lo visto, detienen al ganado.


Aquí, los que siempre tienen hambre del grupo, decidieron una paradita para picar y coger energías, de repente al frente se nos abre una vista amplia, curiosa y bella.

Continuamos por el carril, ya descendiendo, dejamos a nuestra derecha un ramal que se dirige al “Cortijo del Huérfano”, 


a continuación vemos también a la derecha, un monolito con una cruz en lo alto con una placa en memoria a D. Alonso Moscoso Solano, asesinado en 1935.


Por lo visto se conoce como “Cruz del Solano”.

Llegamos a un punto dónde el camino se interrumpe por un portillo situado al lado de una cancela de mayores magnitudes, que da acceso a una finca o cortijo que allí existe. Nosotros abrimos el portillo y caminamos dejando a nuestra izquierda un muro y alambrada que limita una propiedad privada y que mediante carteles te prohibían el paso.




Daba la impresión como si fuéramos por el interior de un cercado, limítrofe con el anterior.

Durante un pequeño trayecto, en este punto, fue el momento que más rápido caminamos, ya que nos estuvo persiguiendo y ladrando un gran perro Mastín, supongo procedente del cortijo anterior.

Aquí el paraje es precioso, se nota el agua que cayó durante los días anteriores, se formaban riachuelos que nos acompañaban en nuestro camino, el tono verde vivo de las hierbas y plantas, eso sí, también un poco de barro.

Salimos por otro portillo, al final de la finca y empezamos a vislumbrar un amplio llano, llamado Llano del Culantro.

En nuestro trayecto nos encontramos con varios muros y cercados los cuales tenemos que superar y saltar para proseguir nuestro camino, por supuesto lo realizamos por unos saltaderos colocados por los propios dueños de estas fincas.



En total tuvimos que pasar tres saltaderos, especie de escalera abierta que supera un vallado para pasarlo por encima, pasamos al lado del Cancho del Torero, una pared rocosa que dejamos a nuestra izquierda con una mezcla de colores variada y curiosa.


Superado el último saltadero tomamos el sendero en forma ascendente, desde aquí observamos el final del llano del Republicano y las últimas estribaciones del torcalito de Cancha Bermeja, así como la zona de Los Álamos, llegamos a un portillo que tras superar nos lleva a un inmenso llano, denominado El Cabrizal, bordeado por el Cerro del Zurraque, lo cruzamos en diagonal dejando a nuestro paso bellos y pequeños torcalitos que nos acompañan en nuestra ruta.




Pasamos a otro inmenso llano dónde pastan relajadamente las vacas, se pasan otros portillos, pasamos junto a dos sumideros, es la zona de El Burfo y su sima, uno de ellos vallado, principalmente como protección para el ganado.






Llegado un momento hay que desviarse a la izquierda y dejar la dirección que llevamos para subir una pequeña loma plagada de piedras, una vez arriba pasamos una valla metálica por un hueco que carece de puerta y nos lleva a una plataforma, estamos en la Sierra de Montalate, que tras un corto caminar nos lleva a un balcón natural que nos deja a nuestros pies el Hacho y el pueblo de Montejaque.




Entre nosotros y la base del Hacho, nos separa un campo de olivos, descendemos desde la plataforma y bordeamos la valla que limita al campo de olivos por nuestra derecha hasta dar con un portillo, que es un somier, cruzamos este campo cuesta abajo, vemos un pozo con sapos en su interior, hasta llegar a la base del Hacho, allí algunos dejaron las mochilas algo escondidas para enfrentarse con la subida.


La subida es entre grandes bloques, grietas y fisuras de diferente índole, una subida exigente, cansada, que nos obliga a utilizar los pies y las manos continuamente,  pero que al final nos repara con unas increíbles y gratificantes vistas.



Tengo que comentar que es una subida no exenta de riesgo y que cada persona debe valorar y sopesar sus aptitudes para subir y bajar por ella.

Una vez que coronamos el primer pico, varios del grupo realizamos la cordal y coronamos el segundo pico del Hacho, tras las fotos de rigor, nos limitamos a bajar a toda prisa pues estábamos justo de tiempo, utilizamos para ello hasta el apoyo con el culo para asegurar algunos pasos.








Una vez reunidos con todo el grupo, continuamos con dirección al carril que partiendo de Montejaque se dirige hacia los Llanos de Líbar.


Una vez que conectamos con el carril, prácticamente nos encontrábamos con las primeras edificaciones más altas del pueblo de Montejaque, 


que tras visitarlo y andar por algunas de sus calles y plazas, nos dirigimos hacia los coches, eso sí, tras haber comprado unas morcillas y embutidos del lugar.

Datos de interés de la ruta:


El track de la ruta lo tienes aqui:

lunes, 22 de octubre de 2012

RUTA CIRCULAR DE SUBIDA A LA MAROMA DESDE SEDELLA


La realizamos el 21 Octubre.

Fuimos Maria josé y yo.

Ruta muy larga, dura, exigente y ante todo impresionante.
Una verdadera paliza y con fuertes pendientes.

Nos levantamos a las 6,00h de la mañana y a las 6,30h estábamos en el coche dirección a Málaga por la autovía.

Desayunamos pasado Antequera, a la altura de sierra de las cabras, nos desviamos por una autonómica con sentido a velez-málaga y de ésta por una comarcal hacia Canillas de Aceituno y a continuación sedella.

Entramos en el pueblo y aparcamos en la primera calle que entramos, nos colocamos las botas y a las 10,15h con las mochilas en las espaldas comenzamos la ruta.

Delante y A nuestra izquierda sube una calle empinada con escalones también en pendiente, subimos por ella



y nos deja en un camino que en suave ascenso pasa por fincas y nos dirige al molino, dónde existe un cartel explicativo.



Tras curiosear la edificación y observar el canal desviado de agua, que mediante una acequia lleva el agua para regar los diferentes terrenos de cultivo, bordeamos el molino dejándolo a nuestra derecha.

Nos lleva a un carril dónde mediante un cartel informativo nos indica la dirección de la Maroma, a nuestra derecha, tenemos que bordear una balsa que se encuentra justamente arriba del molino, dejándola a nuestra derecha.
Continuamos subiendo 


y en seguida nos encontramos con dos edificaciones más, a nuestra izquierda una especie de granja de techo rojo y bastante alargada y a nuestra derecha el depósito de aguas potable del pueblo.


Si miramos al frente observamos una cadena que corta el tráfico a los vehículos, nosotros tomamos a nuestra derecha antes de la cadena.

Si nos paramos en esta posición, tendríamos a nuestra derecha el depósito de agua con la cubierta llena de chinos y a nuestra izquierda un talud de terreno por el que buscaremos el mejor paso para subirnos en él.



Cuando lo LOGRAMOS, se nos caYeRON dos lagrimones al ver el cortafuego que se nos abre y por el que debemos subir, pendientes bárbaras, terreno mojado, algo de fango, llovió el día anterior.

Nada ¡! A subir con tranquilidad y buen paso, el corazón a 300, to parriba…

Existe la posibilidad de subir por el carril con bastante menos pendiente pero con un recorrido mucho más largo, la elección es tuya, nosotros a lo bruto, cortando terreno y agotando las pilas antes de tiempo.

Creo recordar que en una ocasión atravesamos el carril en una de sus revueltas en nuestra ascensión por el cortafuego.

Al final del mismo nos deja de nuevo en el carril, el cual seguiremos hasta alcanzar una especie de rellano, dónde hay dos carteles indicativos de la ruta.


este punto es el lugar de unión del trazado circular que vamos a realizar, seguimos la dirección que nos indica el segundo cartel y más retirado, los dos están muy próximos.
Comenzamos por fin a patear por senderos, eso sí, desbrozados, muy claros, marcados y mantenidos.

Lo de siempre, ¡ vamos párriba ¡


Unas veces con pendientes pronunciadas y otras aun mas, je, je..


Así durante un buen rato por el sendero zigzagueante hasta alcanzar un collado idílico, dónde sólo un promontorio rocoso nos dividía la espectacular vista del mar mediterráneo en dos partes, una con vistas a la costa malagueña dirección canillas de aceituno y la otra dirección a sedella, en dos palabras impre-sionante ¡!

Maria josé dijo: “yo voy a picar algo” y yo dije: “pues yo voy a subir a ese peñón rocoso”.

Dicho y hecho, en un momento estaba arriba, mirador espectacular, al momento llegó otro senderista que igual que yo pensaría, pues su mujer se quedó abajo y él subió.

Me comento que dicho peñón o cerro, se llama fuerte de sedella, insisto un precioso balcón o mirador de una amplia costa malagueña.


Una vez abajo, (tiene guasa, es la primera vez que menciono esta palabra) nos queda seguir subiendo, aunque para ser sincero en este punto se descendía levemente 



y luego se llaneaba ligeramente para posteriormente otra vez,  to  parriba..






Se divisa el collado al que tenemos que llegar y que no se llega nunca.

por el camino me subí a varios pretiles rocosos que asoman al vacío, alucinantes ¡!.







Por fin llegamos al collado, 




unión con el sendero que viene desde El Robledal, cogemos a nuestra izquierda y pasamos por unas zonas rocosas de cortados vertiginosos.


Para proseguir con la subida por la falda de la loma cimera con una pendiente menor, 


poco a poco vamos avanzando hasta prácticamente llegar a una especie de tremenda planicie de roca dónde se encuentra el gran poste geodésico que tiene la Maroma.



Es una especie de pirámide truncada de base cuadrada y en su parte superior está situado el poste geodésico, tiene varios metros de altura y una escalera hechas con hierros de gavilla en forma de U formando los escalones cogidos a una de sus caras, aunque varios se mueven al apoyarse sobre ellos.




Da algo de YUYU ¡!  Subirse ahí.

Buscamos un lugar cómodo, 


comimos, descansamos y a la media hora continuamos la marcha, 



ahora con dirección hacia canillas de aceituno.



El día se volvió frío repentinamente, empezaron a entrar nubes cada vez más y más deprisa, surgió un viento frío y fuerte repentino, fue un cambio drástico.


Al principio íbamos bajando sin una excesiva pendiente por senderos bien marcados, en la cumbre hay que estar atento al principio, a los hitos de piedra, con vistas al embalse.


En un punto del recorrido el sendero realiza un giro brusco casi de 180º y empieza a bajar con algo más de pendiente.



La bajada se hace interminable, da la impresión que no avanzas ya que miras el gps y ves que te queda muchísimo por andar todavía.

Llega un momento en que atravesamos una zona quemada, 


debió de ocurrir un incendio no hace mucho, bastantes pinos quemados e incluso las rocas ennegrecidas y ausencia de matojos, en dónde hay que tener cuidado, pues aquí se abandona el sendero que traemos con dirección a canillas de aceituno y tenemos que tomar el que nos cerrará nuestro trayecto circular.

Una mirada atrás y vemos que toda la cumbre se cubre de una niebla espesa que cada vez va bajando más deprisa.


Seguimos bajando con cierta pendiente y eso que a lo lejos se adivina el trazado por el que tenemos que seguir y por desgracia es en sentido ascendente y nosotros, venga a bajar y bajar. Está claro que en este recorrido vamos a sufrir.

Cruzamos varios barrancos, hasta que en uno de ellos comenzamos la temida subida, cuando llevamos las fuerzas justitas, por decir que llevamos algo.

Una vez alcanzado el ansiado collado, vemos desde lo alto el llanete dónde contactaremos con nuestro trazado de subida. 



Bajamos con un cercado a nuestra izquierda por un sendero con bastante pendiente hasta por fin conectar con el cartel.

Lo que nos resta es invertir el recorrido de subida que lo hacemos por el mismo lugar, lo que provoca una carga a las piernas y en especial a las rodillas abrumadora, pero por tal de llegar al pueblo 


tomamos de nuevo por el cortafuego con su pendiente de miedo, con la única idea en la mente de tomarnos unas cervezas en el bar de al lado del coche.

Llegamos por fin a nuestro vehículo sobre las 19,30h

Tras las cervecitas, aun nos quedaba la carretera de vuelta, ya a oscura y lloviendo todo el trayecto, pero lo que se suele decir sarna con gusto, no pica.

  
el track de la ruta lo tienes aquí: