martes, 30 de abril de 2013

CIRCULAR VILLALUENGA PUNTAL DE LA RAYA


Ruta realizada el 6 Abril 2013.

Fuimos Patxi, Pablo, Miguel, Juan José y yo, Antonio, el que les escribe.

Subimos en vehículo por el carril que parte desde el aparcamiento principal de Villaluenga hasta el Puerto de las Viñas donde aparcamos.

Con mochilas a la espalda y botas de montañas en los pies, iniciamos nuestra andadura.

Al principio bajamos por la Vía Pecuaria que tiene este nombre tan corto: “Colada de la Plaza de Toros por el Puerto de las Viñas, Pilar de la Venta y Cerrillo de las Encinas a la Cañada Real de los Bueyes”, y no por el carril que se dirige a los Llanos del Republicano.

Rápidamente nos encontramos con un desvío a nuestra izquierda por el que tomamos y, pronto, nos topamos con una gran cancela. 


Aquí estuvimos hablando con un ganadero de la zona que pretendía, en ese momento, sacar sus vacas del corralón para llevárselas a otra zona de la sierra.

Caminábamos por zonas desconocidas para todos. Esta sierra siempre nos ofrece rincones por los que aun no hemos pateado y siempre nos sorprenden gratamente. Dejábamos a nuestra derecha toda la crestería de las Viñas y a nuestra izquierda, a lo lejos, toda la cordal de la sierra de Líbar cuyo extremo estaba culminado por el Puntal de la Raya, objetivo del día.





Durante un largo trayecto, y de forma descendente, caminamos por lugares de extrema belleza salvando zonas inundadas de agua. Este año la sierra está que rebosa por todas partes, toda una delicia.

Tuvimos que pasar por varias portillas y hasta ahora, más que una exigente ruta por la sierra de Grazalema, se trataba de un bonito y agradable paseo.





Llegamos a la altura de la casa de Saltillo Bajo tras haber pasado otra construcción algo más moderna que tenía, incluso, placas fotovoltaicas.

Se trataba de una zona idílica, con un llano precioso. La verdad, la ubicación del cortijo no podía ser mejor.




En este punto, el Puntal lo teníamos ya rebasado pero pretendíamos subir por la cara que miraba al cerro del Berrueco realizando una circular. Pasamos dos saltaderos y, a continuación tuvimos que superar una valla que enseguida tuvimos que volver a saltar para, posteriormente, pasar por una portilla. A mí no me quedó claro que hubiese necesidad de pasar esas vallas pero, por esta zona, la vegetación era espesa y nos movíamos por el interior de un bosquete perdiendo muchas referencias.
Nos encontrábamos en la zona del puerto Calvito.









Llegamos a la altura de un río que llevaba un buen caudal y era difícil de atravesar, y nos paramos a contemplar una especie de presa que había en ese punto para, posteriormente, continuar con nuestro trazado.


Logramos atravesar el río, arroyo de Barrida, por otro punto algo menos complejo aunque tuvimos que hacer, gala para ello, de nuestras mejores virtudes atléticas para dar largos saltos entre rocas.

Pasado este último escollo y superada una nueva valla que nos encontramos en nuestro camino, comenzó la parte criminal de la ruta, la subida al Puntal por un sendero difuso que pasaba entre matorrales que prácticamente lo tapaban y que te rozaban continuamente. Además, se sumaba la enorme pendiente que hacía muy exigente y fatigosa la subida.





Poco a poco, con alguna paradita para tomar resuello, fuimos ascendiendo por la empinada ladera hasta que, por fin, vimos su cumbre marcada con un cúmulo de rocas como si de un poste geodésico se tratase.










Por supuesto, las pertinentes fotos, nuestra merecida cumbre y a comer, que si no recuerdo mal, eran las cuatro más o menos, cosa inexplicable en este grupo que los horarios de las comidas son sagrados. Estaremos ante un cambio fundamental en la política de este grupo donde ya no se almuerza durante una hora y media, no cae ni una sola botella de vino entera en esas paradas y se picotea más que se come, !!algo, algo está cambiando en el seno del grupo¡¡

Ya solo falta que, en las salidas oficiales del grupo, desayunemos en un bareto por el camino y no como hasta ahora que hay que quedar desayunados.

Todo llegará.... con paciencia y dando los pasos oportunos.

Bueno que me enrollo con tonterías.





Emprendemos el regreso y bajada del Puntal por el valle que lo separa del macizo del pico Pinos y, con dirección al Salamadre, llegamos a la altura de los pozos de Barea y  proseguimos a esa altura sin bajar al inicio del Llano de Líbar.





Se trataba de un sendero perfectamente definido que iba a cierta altitud respecto a los Llanos de Líbar y que bordeaba al Salamadre, tomando paulatinamente cada vez más altura.




Las vistas desde aquí eran espectaculares. A la altura donde el sendero pasa por debajo de la máxima elevación del Salamadre, se convierte en un mirador natural desde el que se divisan los dos llanos a la vez, el del Republicano y el de Líbar, separados ambos por la sierra de Líbar. Por supuesto también, el resto de sierras y picos de la zona.










Alcanzada la máxima altitud del sendero comenzamos una larga bajada con tramos llanos hasta alcanzar la base del Llano del Republicano.


Al principio, bajamos por un sendero que buscaba la conexión con el que procedía del cortijo de los Pinsapos. Nos llevó un buen tiempo llegar hasta él, aunque parte del mismo era el sendero que provenía del Salamadre por la otra ladera, la contraria de la que procedíamos.


Una vez en la conexión, picamos algo para restablecer las fuerzas perdidas, y ya por este último, en su parte final, iniciamos una decidida bajada hacia los Llanos mediante un serpenteante sendero que, tras pasar por una pequeña cancela cuyo cierre era encajarla a presión sobre la roca que le sirve de marco, nos depositó en el nivel del Llano del Republicano.



 Esta salida nos deja frente a un muro de piedra coronado por una valla de alambre y un poco más adelante se ve un pozo con una pileta. Justo en esa esquina es por donde superamos el murete pasando entre la alambrada y el muro.


Ya en el propio llano, nos dirigimos hacia la gran cancela que separa estos amplios prados con el carril que baja desde el Puerto de las Viñas.

Sólo nos restaba subir por el citado carril hasta llegar a nuestro vehículo. Eso sí, prácticamente sin luz como, a más de uno del grupo, le gusta terminar el día senderil.

Tras el cambio de calzado nos fuimos a nuestro ansiado bar Rural en Montellanos a tomarnos unas merecidas cervezas acompañadas de unas magníficas tapas.

DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:




Si quieres el track de la ruta, descaárgala pinchando en el siguiente enlace:

http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=4390466