Ruta realizada el 26 de Julio del
2.015.
Seguimos por el Norte y tras el
Cuetu Cabronero del día anterior, nos trasladamos hasta Fuente Dé, para tomar
el teleférico e intentar realizar Peña Vieja.
Veníamos de pasar nuestra segunda
noche en Oseja de Sajambre y nos trasladábamos al Hotel Restaurante Alto de las
Estazadas, en Canales de Cabrales, donde nos hospedamos el año anterior y
tuvimos un trato muy grato y amable.
Nuestra idea era la de realizar
la ruta y luego terminar en nuestro alojamiento, lo que no preví fue que la
carretera que unía Oseja con Fuente Dé, fuera tan larga y lenta, que aunque nos
levantamos bastante temprano, tardamos bastante en llegar por lo complicado que
resultaba circular por ella, encima nos paramos en un camping del camino a desayunar
, donde también paramos bastantes años atrás, dando palique a su dueño e
intentando recordar tiempos pasados.
El caso es que llegamos tardísimo
al teleférico, incluso me hizo pensar en dejar la aventura para otra ocasión,
porque no hay cosa que más me agobie que tener que cumplir un horario de
regreso, sin alternativas. Cierto es, que existe la posibilidad de bajar
caminando desde lo alto a los aparcamientos de Fuente Dé, pero no llevaba track
de seguridad y eso requería casi seguro, terminar sin luz y no estaba dispuesto
a ello. Pero la aventura es la aventura, no?
Con mochilas a la espalda y botas
de montaña en los pies, nos colocamos en la cola para coger el telecabina, encima con una cola enorme para
más inri. Parecía que no era el día ideal para realizar este itinerario, pero a
pesar de ello decidimos subirnos.
Llegamos a la estación superior
"El Cable", pasamos entre el restaurante y tiendas, y nos asomamos al
mirador.
Continuamos dirección al refugio
de Áliva, por el ancho camino y a la altura de la Horcadina de Covarrobres,
collado que separa esta zona del Cable de los praderíos de Áliva, donde el
camino se bifurcaba, tomamos hacia la izquierda. Quedándonos por delante un
largo camino, al principio bajo la pedrera de Peña Olvidada y luego tras tomar
el sendero que sale a nuestra derecha tras la curva a 180º de la Vueltona,
continuamos bajo la inmensa pedrera de Peña Vieja.
Alcanzamos una zona caótica de
rocas donde el camino ascendía haciendo
varios zigzag entre ellas.
En su parte superior, lo abandonamos, donde un
cartel apoyado sobre la roca por no poseer mástil, nos indicaba nuestra nueva
dirección a tomar, hacia el canal de la Canalona.
Un sendero muy pedregoso, marcado
y casi horizontal al principio, que más adelante se inclinaba bastante, sobre
la misma pedrera procedente del propio collado al que intentábamos coronar. Es
más, en su parte intermedia, se intuía, más que se veía, primero por los
numerosos caminos abiertos y segundo, por estar algo destrozado por algún tipo
de derrumbe o de haber caído bastante agua o nieve.
En su parte alta, de nuevo estaba
algo más marcado y partes con muros de piedras, para sostenerlo y formarlo.
Con esfuerzo conseguimos pisar el
collado de la Canalona, donde las vistas que se abrían eran espectaculares y más,
cuando giramos la cabeza a la derecha, viendo el enorme triángulo que formaba
nuestro principal objetivo del día, la Peña Vieja, situada toda ella en tierras cántabras, una elevación que se erguía
majestuosa y que de entrada, parecía inexpugnable, por la pendiente que
aparentaba tener.
Divisábamos también, como la
senda sobre la que estábamos, se extendía, llegaba y subía por la ladera de la
Peña a una considerable altura, aunque desde nuestra posición, el tramo final
quedaba muy desdibujado.
Desde que iniciamos el tramo de
la Canalona, fuimos con un compañero de ruta que coincidimos en objetivo a
realizar. Se trataba de un Granadino llamado Javier, que llevaba varios días
por Picos, con un enorme y pesado mochilón a la espalda.
Desde aquí le mando saludos y un
abrazo. Recuerdo que ya no nos separamos más en todo el itinerario e incluso lo
acercamos en coche al pueblo donde se hospedaba. Pasamos un rato muy agradable
conversando no sólo de montañas.
Comenzamos a caminar sobre el
citado sendero, cuando a la altura de la base de las Coteras Rojas, Mª José se
lo pensó mejor y se quedó allí, ya que pasamos junto a unos montañeros que
estaban sentados junto al camino, algunos con las botas quitadas, como de
regreso de alguna empresa, y nos advirtieron que tuviésemos mucho cuidado,
sobre todo en el descenso de Peña Vieja, por la gravilla suelta y lo inclinado
del terreno.
Sólo le hacía falta ese
comentario, que junto con la visión espectacular e inclinación del recorrido
que aun quedaba por realizar, me dijese que lo intentara yo sólo.
Javier comenzaba a torear las
primeras rampas de la ladera cuando yo comencé a andar de nuevo, tras intentar
convencerla, pero en poco tiempo estuve a su altura.
Es más llevadero subir la ladera
de Peña Vieja en compañía, que solo, comentando entre ambos porqué paso es más
conveniente tirar. Cierto es, como ocurre siempre en montaña, que no es tan
fiero el León como lo pintan. La inclinación era enorme, pero se podía ascender
sin problemas, también sin prisas. Terreno rocoso, plagado de diminutas piedras
con las que había que tener cuidado de no resbalar al pisarla.
Entre la pendiente y la tensión
que llevábamos, notábamos el esfuerzo que realizábamos y alguna que otra
paradita, para ver por dónde tirar y a la vez para coger resuello, tuvimos.
Por fin alcanzamos su cumbre, una
especie de barrera rocosa, tipo pretil de roca, que la separaba de Peña
Olvidada, que se unía a ella, mediante una larga y vertiginosa cordal que no sé
si se podría realizar.
Fotos a mogollón para todas
partes y fondos posibles. Javier se quedó pegado e inmóvil en la misma cresta
coronaria, durante ese tiempo que estuve en el mismísimo vértice geodésico,
formado por un cúmulo de rocas que sujetaban a un torcido mástil metálico, en
cuyo extremo, tenía una especie de vaso o cilindro hueco.
El lugar era de impresión y te notabas
insignificante, pequeño y ridículo, respecto a la magnificencia del entorno.
La bajada nos la tomamos con
bastante calma, incluso en algunos pasos utilizamos la técnica depurada del
culo al suelo. Por fin, sobre sendero más seguro y menos inclinado, llegamos al
lugar donde se quedó Mª José, y continuamos los tres hasta el collado de la
Canalona. Allí, fue Javier, quien nos esperó a los dos a subir al collado que
daba vistas hacia collado de Santa Ana.
Pero una vez allí, nos animamos y
probamos subir al pico de Santa Ana, pico compartido por Asturias y Cantabria, de menor entidad y pendiente que la
anterior. Poco a poco progresamos, buscando los mejores pasos, algunos
recovecos entre bloques de piedras, una pendiente también muy acusada con firme
suelto resbaladizo y cuando nos dimos cuenta nos encontramos en lo alto.
Me enteré más tarde, que este
pico de Santa Ana, estaba formado por dos elevaciones y yo subí a la Oriental, (igual, ni siquiera llegué, puesto que como se observa en la fotografía anterior, creo que su cumbre debe ser la que queda detrás mía, algo a la izquierda. Siendo la Occidental la que casi se sale fuera del encuadre de la foto pegada a la izquierda) la Occidental se encontraba muy próxima, a continuación de ésta, pero había
que pasar por un pasillo algo aéreo hacia ambos lados.
Tras las fotos de rigor, con unas
agujas de impresión muy cercanas al pico, descendimos hasta encontrarnos con
Javier, que se encontraba tirado en el suelo plácidamente aprovechando los
escasos rayos solares.
De nuevo bajamos la pedregosa
canal de la Canalona y acabamos realizando el resto del itinerario por el mismo
de ida que realizamos por la mañana, hasta llegar al Cable.
DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:
Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:
NOTA:
Con este
blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago,
normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo.
Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de
realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en
cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las
explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de
este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni
la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los
tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro
agrado y os sirva la información.
Gracias por vuestra visita.