Ruta realizada el día 16 de Abril
del 2.014.
Fuimos Mª José y yo, Antonio.
Nos buscamos un hostal en
Huéscar, Hostal Ruta del Sur, con un dueño muy amable, para pasar dos noches.
Al Norte de Granada, según los mismos lugareños, estaban olvidados de la mano
de Dios y casi no sabían si eran andaluces granainos con mezclas almerienses y
jiennenses o murcianos o incluso manchegos. Nos encontrábamos en un punto
límite y muy cercano a varias provincias españolas.
Nuestro objetivo de esta escapada
era coronar los dos picos más altos de Murcia y Albacete, muy próximos entre sí
y muy cercanos a nuestro hospedaje, pero como suelo liar siempre las cosas,
traje preparado una circular al pico de la Sagra, que también estaba cercano a
la zona “por si acaso”, je, je,…
El caso es que, durante la cena
del día de llegada, estuvimos barajando todas las posibilidades y no sé cómo
llegamos a analizar aquello, entre las cervezas y la contundente cena en el bar
que nos recomendó nuestro casero, que salimos con pretensión de hacer las tres
rutas. Supongo que creíamos que disponíamos de tres días, ja, ja…
A la mañana siguiente, bien
temprano y tras encontrar un bar abierto donde desayunar en la Puebla del
Fadrique, pueblo de al lado, nos dirigimos por la A-330 hacia Almanciles y, luego,
a El Entredicho para, una vez en él, dirigirnos por una comarcal al pueblo de
Cañada de la Cruz.
Éste era el punto central y
neurálgico para iniciar cualquiera de las dos rutas de máxima cota de las
provincias de Murcia y Albacete o, al menos, así lo llevaba yo estudiado y
preparado. Para acceder al punto de inicio de ambas rutas, había que tomar
caminos diferentes con lo que, tras debatirlo, nos inclinamos por hacer en
primer lugar la cota máxima de Murcia, en la Sierra de Moratalla. Alguna tenía que ser la primera.
Pasando varias calles céntricas
de este pequeño pueblo, tomamos por un camino que nos conduciría a una especie
de urbanización de muy pocas casas, en estado de abandono, llamada, Porche de
los Rincones. A la vista de la primera que nos encontramos, dejamos el vehículo
en un ensanchamiento del carril.
Con mochilas a la espalda y botas
de montaña en los pies, nos dispusimos a realizar nuestro primer trazado
dejando a nuestras espaldas una inmensa planicie de campos de labor en la que
estaba perfectamente integrado Cañada de la Cruz.
Justo al comienzo de la ruta
pasamos por una especie de cortijo con corrales para animales y de almacenaje,
a lo mejor para el grano, con bastantes elementos no naturales esparcidos por
los alrededores. Esa primera impresión no me gustó nada y comencé a darle
vueltas a la cabeza si este trazado iba a merecer la pena pero, pronto,
cambiaron las sensaciones.
De repente, y por sendero muy
definido, nos fuimos introduciendo por el propio cauce de un barranco
completamente seco, el Barranco de las Zanjas, y entre algunas pequeñas encinas
y, sobre todo, pinos, avanzamos en constante subida, pero muy suavemente, de
forma que íbamos subiendo el desnivel casi sin darnos cuenta y sin demasiado
esfuerzo.
Llegamos a la altura de un pozo
que, según recuerdo era profundísimo. En el terreno seco, de vez en cuando, se
observaban ramilletes de flores blancas que destacaban sobre el oscuro color
reinante.
Apareció el abundante romero que
nos regalaba su fragancia al pasar entre sus matas. Tomamos cierta altitud y en
los pocos claros entre el arbolado podíamos ver, al mirar hacia atrás, toda esa
planicie con las sierras al fondo limitándolas.
Nos dimos cuenta que, al
progresar por el lecho seco del barranco, éste se iba encajando y nos encauzaba
entre sus paredes verticales de rocas. De hecho, tuvimos que superar varios
resaltes que tuvimos que trepar haciendo uso de las manos, pero de ninguna
dificultad.
Las laderas estaban completamente
cubiertas de vegetación, principalmente encinas en ese tramo, y sobresalían, a modo
de pequeños farallones, paredes de rocas blanquecinas por impactarle el sol de
lleno.
El sendero, a veces, estaba
marcado exclusivamente entre la vegetación, exento de piedras y, en otras, eran
las piedras las que nos bordeaban. Llegando al collado, los pinos eran los más
numerosos. El barranco se fue abriendo y marcándose menos y los pinos no
estaban tan concentrados como antes, aunque seguían siendo abundantes.
La pendiente se fue suavizando. Caminábamos
por la ladera que nos llevaría al primer pico del día, el de Revolcadores de
1.999m de altitud, pero a la altura del Collado de los Maderos me dirigí a otra
elevación que divisé a mi izquierda. Se trataba de una cota de 1969m de
altitud. Según el IGN, Sierra Seca. Mientras tanto, Mª José, se fue directamente
hacia Revolcadores.
Las vistas desde esta atalaya eran
alucinantes. Al tratarse de un pico sin demasiados obstáculos a su alrededor,
las vistas eran amplias. Se divisaban entre otras, La Sagra, claramente
diferenciada entre todo lo de su alrededor, la peña de Moratalla, una cumbre
diferenciada de la sierra por la que caminábamos denominada con el mismo nombre
y también la Sierra de las Cabras, nuestro próximo objetivo, así como toda la
amplia vega entre otras sierras y, por supuesto, nuestro pico más cercano a
conquistar, el Revolcadores, donde divisé a Mª José haciendo trampa; se había
sentado sobre unas peñas rocosas para esperarme en lugar de coronar el pico.
Tras la sesión fotográfica con
los diferentes fondos y panorámicas, baje dirección al collado anterior y, una
vez en él, sólo me quedó subir, en suave pendiente, hasta el poste geodésico de
la cumbre, eso sí, tras haber recogido a Mª José de su corta espera.
Fotos a mogollón, con todos los
ángulos posibles. Picamos unas frutas gozando de estas espléndidas vistas y
esta agradable sierra y arrancamos hacia la verdadera máxima cota de esta
sierra que veíamos, desde allí, muy próxima. Tras una pequeña bajada seguida de
una suave subida alcanzamos el segundo poste geodésico de esta excursión, el
pico Obispo con 2.014m de altitud y máxima cota de la provincia de Murcia.
¡! Objetivo conseguido ¡! Tras
todas las máximas cotas provinciales de Andalucía, la de Murcia representa mi
segunda nacional detrás de Tentudía de Badajoz. Me veo liao en otro proyecto,
de estos gratis, que yo me los monto y yo me los como, je, je…
Tocaba regresar y, aunque llevaba
varios track como seguridad, ya que no conocía para nada esta sierra, me hizo
dudar realizar la circular que pretendía ya que, hasta aquí, el trazado estaba
perfectamente definido y el resto por realizar, de momento, era una incógnita,
pero la verdad, prefiero los trazados circulares antes que los lineales si se
puede elegir.
No tardamos mucho tiempo en
descender del pico Obispo. Al principio lo hicimos por el mismo camino de ida
pero, antes de llegar al Revolcadores, nos desviamos a nuestra izquierda para
bajar por otro barranco, justamente el paralelo al de subida situado más al
Este.
Toda esta bajada, para
tranquilidad mía, fue muy similar a la subida en cuanto a entorno y a poseer un
sendero bien definido, pero siempre existen sorpresas y más en la montaña.
Al pasar a la altura de un
cortijo con grandes corrales para animales domésticos y con bebederos la mar de
curiosos (eran ruedas de tractores cortadas por su máxima circunferencia en dos
partes iguales, sirviendo cada una de contenedores de agua para abrevaderos),
el sendero lo tuvimos que ir dejando para ir tomando la falda de la estribación
limitada por ambos barrancos, con lo que empezó lo que me estaba temiendo, el campo
a través.
Por supuesto, siempre con track
de orientación, íbamos escogiendo el mejor lugar para caminar. A veces entre
arbustos y, a veces, entre piedras y matojos que, en ningún momento, supusieron
grandes obstáculos para avanzar correctamente,
así, fuimos bordeando esa falda. También atravesamos transversalmente un
acusado barranco donde tuvimos la suerte de contemplar un gran conejo que salió
disparado y nos dejó frente a un campo de almendros que tuvimos que vadear
hasta que, por fin, llegamos a nuestro coche.
Próximos al coche despertamos de
nuestro largo letargo, ¡!¿Pero cómo vamos a realizar la Sagra mañana si nos
queda sólo esta noche y aún tenemos que subir al pico más alto de Albacete?!!
Era relativamente temprano, ni
siquiera la hora de almorzar, nos miramos y le comenté ¿Por qué no hacemos
ahora la siguiente ruta?
Dicho y hecho, nos montamos en el
coche dirección a Cañada de la Cruz. Allí salimos por otra carretera que se dirigía
al Cortijo de la Cañada pero, antes, nos desviamos por un camino de tierra
denominado “Fuente de la Carrasca” y que se unía con el de “Camino Rural de los
Calarejos”, por el que continuamos. Pero, al pasar el cortijo del Mosquito de
Arriba, justamente donde este carril superaba mediante un pequeño puente el
barranco de los Mocalones, dejamos de nuevo en este día, el coche.
Con las botas puestas, que no nos
quitamos y reorganizando algo las mochilas, iniciamos nuestro segundo proyecto,
subir a la máxima cota, en este caso, de Albacete.
Igual que en el trazado anterior,
iniciamos la ruta por el cauce seco de un nuevo barranco, concretamente el
situado al Norte de los Cerros del Mosquito, formado por las laderas de estos
cerros.
La primera diferencia, y que más
me incomodó, fue que el trazado del sendero no tenía nada que ver con el de
Murcia, mucho menos definido y utilizando más hitos. Entorno similar pero menos
definido el lugar por el que caminar. Normalmente eso me importa poco pero, en
esta ocasión, entramos bastante tarde para hacer un largo recorrido y no
vendría nada mal que estuviese muy marcado.
Una gran parte de este barranco
lo realizamos en suave pendiente ascendiente hasta que nos fuimos acercando a
su cabecera, donde ese pequeño circo, donde nacía y su collado hasta el que
pretendíamos llegar, nos hizo sudar algo más, ya que se tornó bastante más
pendiente.
Alcanzado el collado, nos
dispusimos a comer algo, ¡ya era hora!!, pero lo que más me llamó la atención
en ese lugar fue que descubrí, en ese instante, la orografía mucho más agreste
de esta sierra respecto a la anterior, y eso que estaba al lado.
Desde mi punto de vista, se trata
de una sierra mucho más montañera, con barrancos más acusados, paredones
verticales y picos más agrestes y afilados que la anterior.
El lugar era paradisiaco. Era una
especie de meseta de la que nacían grandes barrancos y, a la vez, se
contemplaban algunos picos de envergaduras que nos rodeaban, entre ellos Los
Cacarines.
Tras el descanso merecido y
aporte de energía, continuamos con nuestra ruta dejando a nuestra derecha la cordal
de acceso a Los Cacarines después de haber logrado encumbrar nuestro siguiente
collado de menor entidad que el anterior.
Se trataba de una enorme planicie,
prácticamente despejada de vegetación y colmatada de pequeñas piedras, que era
el firme principal por el que pisábamos. Ésta nos daba acceso a una especie de
cordal o vertiente que separaba dos grandes laderas, una Norte y la otra Sur,
bastante más escarpada y agreste, que me llamó tanto la atención que tuve que
dirigirme hacia unos riscos para asomarme a esos grandes cortados.
Esta zona era de grandes losas de
caliza y riscos pétreos. Recuerdo todo un vallado, tirado o tumbado en el suelo,
que recorría esa superficie más o menos en nuestro sentido de la marcha.
Llegó un punto que, para continuar
hacia nuestro destino, en lugar de seguir subiendo nos obligó a bajar por un
tramo bastante montañero con algo de patio, aunque sin grandes problemas.
Alcanzada su cota mínima, sólo se interponía entre nosotros y el vértice
geodésico de Las Cabras, una subida constante, por la arista, entre grandes
bloques de piedras y pinos que nos hacían subir haciendo zigzag entre ellos.
Muy cercanos a la cumbre,
raleaban los árboles y ganaban terreno los cúmulos de rocas calizas, en los que
se encontraba el vértice al que, por fin, llegamos. Pico Las Cabras con sus
2.080m de altitud.
Aquí se me declaró en huelga mi
compañera, que se sentó sobre el poste geodésico y me dijo que hasta aquí
llegaba.
Yo tenía mis dudas sobre si Las
Cabras era el pico más alto de Albacete o se trataba de La Atalaya que se
divisaba al fondo, así que me dirigí hacia él yo sólo. Lo hice muy deprisa,
primero, porque no se quedara sola, durante mucho tiempo, M José; segundo,
porque el día no estaba todo lo bien que me gustaría, con muchas nubes grises y;
tercero, que quería intentar que el regreso fuese con luz natural y no
artificial y, la hora que teníamos no era la mejor.
Casi corriendo, alcancé el pico
de La Atalaya con sus 2.083m de altitud consiguiendo la máxima altura de
Albacete que, a falta de poste geodésico, tenía un cúmulo cónico de rocas. Las
vistas desde aquí ….. descomunales!!, aunque me paré lo indispensable para las
pocas fotos que certificaran mi llegada a ese punto.
No quise volver de esta sierra
sin conseguir también la elevación más Occidental de la plataforma en la que me
encontraba así que, hacia ella me dirigí, me fotografié y rumbo hacia las
Cabras donde conecté de nuevo con Mª José y retornamos por el mismo camino de venida,
ya que la luz iba menguando a pasos agigantados.
Aunque disponía de varios
trazados circulares, en esta ocasión lo tuve claro, y preferí lo seguro y
conocido a la incertidumbre de regresar por otro camino desconocido con la hora
que teníamos.
Me llevé un grato recuerdo de
esta sierra a la que me gustaría volver de nuevo a realizar rutas más amplias y
destinando todo el día a patearla. Tenía rincones de extrema belleza.
Ya en el coche y aun con luz,
tras el cambio de calzado y alguna ropa, llegamos a Huéscar con las primeras
luces en sus calles. Directos a nuestro Hostal, nos dimos una rápida ducha y
volvimos al bar de la otra noche a por otra formidable cena recuperadora ya que,
a la mañana siguiente, nos esperaba una amplia circular a la Sagra.
Acceso desde Cañada de la Cruz al itinerario de Murcia:
Acceso desde Cañada de la Cruz al itinerario de Albacete:
Acceso desde Cañada de la Cruz, para el itinerario de Murcia:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8282831
Itinerario de Murcia:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8282805
Acceso desde Cañada de la Cruz, para el itinerario de Albacete:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8282868
Itinerario de Albacete:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8282853
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8282831
Itinerario de Murcia:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8282805
Acceso desde Cañada de la Cruz, para el itinerario de Albacete:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8282868
Itinerario de Albacete:
http://es.wikiloc.com/wikiloc/view.do?id=8282853
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