Ruta realizada el día 4 de
Octubre del 2014.
Fuimos Susi, Mª José, Patxi,
Maxi, Juan José y yo, Antonio, a realizar una típica ruta por esta sierra; esto
es, caminos entre muros de piedras, carriles, pocos senderos e incluso algún
tramo de carretera.
Eso sí, de extrema belleza.
Se trata de una sierra más suave
que las que estamos acostumbrados. No hay montañas sino cerros y caminos en
lugar de senderos pero, siempre, por un entorno privilegiado y envuelto en
naturaleza.
Se trataba de una ruta de alto
kilometraje, sobre los 30Km, para ir haciendo piernas para comenzar el nuevo
curso o comienzo de rutas. Aunque eso en mí, no lo tengo muy claro (lo digo por
cuando termino y cierro el ciclo y cuando lo empiezo).
Llegamos a Aracena, procedentes
de Sevilla, y dejamos el vehículo en el polígono industrial Cantaelgallo.
Con mochilas a la espalda y botas
de montaña en los pies, iniciamos nuestra andadura tomando la Vereda de
Sevilla, un carril de tierra que salía desde nuestra ubicación con dirección
Noroeste.
Casi desde primera hora rodeados de
castañares y cogiendo alguna que otra castaña caída en el suelo.
Se trataba de un camino con
vallado a ambos lados, límites de las diferentes fincas y cortijos por los que
pasamos. Entre ellos, pasamos el cortijo de Bañuelas, aunque, previamente,
pasamos al Norte de las Cumbres de Pelete, tres cerros alineados con altitudes
similares, y cruzamos el Barranco de la Fuente del Castaño.
Continuamos un largo trecho por
la citada Vereda hasta que la abandonamos a la altura del cortijo Navarrocín
cambiando de dirección, aproximadamente unos 90º, respecto a la que llevábamos,
ahora con dirección hacia la zona denominada Las Minillas.
Los castaños se transformaron en
encinas y arbustos e incluso abundaban las jaras.
Continuamos por carriles, aunque
hay que hacer uso del track, ya que pasamos por varias bifurcaciones. Tomamos
un tramo donde los eucaliptos eran los dominantes pasando, a continuación, a
convertirse en un pinar donde comenzamos a descender entre este último bosque
usando un precario sendero. Fue la parte más salvaje del recorrido.
Este senderillo que iba
esquivando los pinos y nos introducía en una zona húmeda y algo más oscura,
entre árboles de mediano porte tipo de ribera, nos llevó al arroyo de Guijarra.
Un arroyo precioso con un caudal
muy abierto y de poca profundidad, que nos sirvió para tomarnos los bocatas y
frutas en un entorno privilegiado y precioso.
Tras este parón para comer y
descansar, proseguimos en esta ocasión ascendiendo. hasta llegar al pueblo de
Cortelazor, donde paseamos por sus calles y bebimos de sus fuentes. Recuerdo
una, con una estatua de un zorro sobre ella. Llegamos a una plaza donde nos
pedimos unas frescas cervezas y una sidra de cereza, demasiado dulce para mi
gusto pero muy curiosa.
Esto no era por tener sed, sino
gula.
De aquí tomamos dirección hacia
Fuenteheridos. Salimos de Cortelazor por la carretera HU-8122, caminando por
ella unos 300 metros, para tomar de nuevo por otro camino, al principio, de
nuevo con castaños, y terminar con encinas.
También recuerdo la abundancia de
madroños con sus rojos frutos, de los que hicimos un alto acopio, sobre todo
Maxi, para ganarse puntos con su mujer…..
Continuamos tomando carriles de
los que partían otros ramales y, a veces, existían postes indicativos con diferentes
rótulos como el de: “Camino de Cortelazor a Fuenteheridos” o el de “Camino de
Cortelazor a Navahermosa”. La verdad, es que durante el trayecto, lo tomamos y
dejamos estas indicaciones en varias ocasiones.
Muy próximos a Fuenteheridos, nos
topamos en primera instancia con la carretera nacional que seguimos unos 400m.
Aquí si se notaba la velocidad de los coches y, rápidamente, la dejamos para
tomar otro camino donde había un cartel de la Junta con el recorrido de
Fuenteheridos a Aracena.
Por esa zona, realizamos otra
paradita para picar algo junto a una finca donde tres cerditos estaban atentos
a lo que le echábamos para comer.
Entre muros de piedras, alcornoques,
musgos sobre las piedras así como la típica plantita del ombligo de Venus sobre
ellas, fuimos caminando, en esta ocasión, dirección a los Marines. Cruzamos el
arroyo del Buenvino, pasamos por la zona de las Vinillas y por otro carril de
tierra entramos en la población.
De nuevo dimos uso de sus fuentes
con sus ricas aguas, atravesamos el pueblo longitudinalmente, saliendo por la
zona de los lavaderos ubicados en una bonita plaza, y continuamos con nuestro
itinerario sin pararnos demasiado en este núcleo urbano.
Tuvimos que atravesar la
carretera nacional y tomar por el sendero del Alto del Chorrito, al principio
en suave ascenso, hasta alcanzar su collado, lugar donde se tenían unas
preciosas vistas de la Sierra de Linares, cerro tapizado completamente de
árboles, verdor exuberante, hasta que comenzamos con una larga bajada. Creo
recordar que parte del firme tenía tramos asfaltados, un asfalto muy
deteriorado pero asfaltado.
Cruzamos la carretera comarcal
HU-8123 y, más tarde, el Barranco del Valle del Silo y, casi a la altura del
arroyo Plamencia, en lugar de desviarnos hacia Linares de la Sierra, que
también pasamos a tiro de piedra, tomamos en sentido inverso recorriendo
longitudinalmente parte del arroyo donde, un poste indicativo, marcaba “Carta
de Agua” “Agua de la Paloma”.
Lo abandonamos y tomamos rumbo
hacia Aracena para cerrar esta amplia circular. Dejamos al Sur la Sierra de los
Picachanes y, con las últimas luces del día, nos fuimos acercándo a la última
población.
Antes de entrar a Aracena,
caminamos un tramo paralelos a la comarcal y nos aproximamos a la población por
el Oeste, por la zona del Cercado de Reyes, donde había unas viviendas a medio
construir, como extrarradio del pueblo.
El último tramo de acercamiento
lo hicimos por la propia carretera donde, en el recinto Ferial, se organizaba
un evento y había muchas personas por allí. Aprovechamos y, al ver una tetería,
también nos dimos el homenaje.
Luego, deambulamos por las calles
de Aracena e incluso tuvimos la ocasión de ver la salida de la Virgen del
pueblo en peregrinación aunque no nos cogió con la indumentaria correcta.
Llegamos a los coches, eso sí,
terminando cuesta arriba entre las calles del pueblo. Cambio de calzado y para
Sevilla corriendo.
DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:
Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:
Buena pateada! y con importante desnivel también, casi mil metros. Guapo el pueblo de Aracena, además en fiestas.
ResponderEliminarYo hice una ruta -bastante más corta- si no recuerdo mal entre Corteconcepción y Aracena hace bastantes años, es algo totalmente a lo que yo estoy acostumbrado, pero añadiéndole la visita a esos bonitos pueblos, resultó muy agradable.
Un saludo
Hola Monchu, es cierto lo que comentas. Caminar por esta sierra encierra desde mi punto de vista, otro concepto, es disfrutar del entorno y de los bellos pueblos por los que se pasa, no es una sierra escarpada, ni con grandes elevaciones. Normalmente la solemos realizar a comienzos de nuestro nuevo año "senderil", para ir calentando piernas.
EliminarUn saludo