viernes, 6 de abril de 2018

Amplia circular por la Sierra de Camarolos y del Jobo


Ruta realizada el día 3 de Octubre del 2015.

Fuimos Patxi, Juan José y yo, Antonio, a realizar una circular amplísima, en una zona que hacía tiempo que estuvimos.

Llevábamos un proyecto inicial muy ambicioso, ampliando trazados que no habíamos estado en esa sierra y algunos de ellos con carácter exploratorio.

Por la autovía de Málaga y procedentes de Fuente de Piedra, nos desviamos hacia Villanueva del Rosario. Justo antes de entrar a las primeras viviendas de la localidad y antes que la carretera cruzara mediante un puente el arroyo de la Canaleja, nosotros nos desviamos hacia la derecha.

Este camino, al principio asfaltado, transcurre paralelamente a las casas periféricas del pueblo y más adelante se transforma en carril de tierra "Vereda del Camino de Riogordo". Lo seguimos unos kilómetros y aparcamos en el Llano del Hondonero, entre el Peñón de los Becerros y el Tajo de la Madera.

Con mochilas a la espalda y botas de montaña en los pies, iniciamos este largo itinerario, con ciertas dudas de conseguir cerrar la circular pretendida.

Caminamos con dirección Suroeste, por claro camino, entre las paredes al Norte, del Tajo de la Madera y la zona del Nacimiento y al Sur, por los paredones de la propia Sierra del Camarolos.

Al principio por carril de tierra y suave pendiente, para posteriormente ir tomando altura de forma más drástica, cuando nos encontrábamos justo al Sur del Tajo de la Madera. Superada esta mayor pendiente, pasamos una cadena que cerraba el camino, algo después se transformaba en senda definida.

Continuamos por un amplio terreno herboso y encausado por paredes laterales, que nos llevó a una portilla. De ésta, a la siguiente, situada en lo alto del collado que teníamos delante, íbamos limitados por unos riscos de piedras aislados bajo la zona de los Nacimientos, al Norte y por una ladera de terreno mixto, rocas e hierbas, al Sur. Tras superar la portilla, inmediatamente abandonamos la senda principal, para dirigirnos directamente a la cumbre.






Subíamos ladeando la falda, ascendiendo progresivamente, hasta que alcanzamos la tenue cordal caliza de la Cruz del Camarolos, que pronto conquistamos.

Hacía mucho viento y no era agradable permanecer quietos allí, pero las vistas hacia todas partes eran espectaculares. Longitudinalmente, hacia el Este, teníamos toda la cordal del Chamizo, hacia el lado contrario la Peña Negra y hacia el Sur el siguiente objetivo, El Realengo, entre otros.






Continuamos por la cordal caliza, un corto trayecto. Caliza 100%, con todas las fisuras y grietas que eso conlleva. Vimos unas cabras montesas corriendo despavoridas por nuestra presencia y localizamos un pequeño pasillo inclinado para bajar de la cordal, siempre dirección Sur.

Aunque de vez en cuando pisábamos algo de hierba y zona de cardos, lo cierto, es que anduvimos campo a través, mayoritariamente por caliza, buscando los mejores pasos, subiendo y bajando, hasta que nos fuimos acercando a la cumbre del Realengo.











Próximos a su cumbre nos encontramos con un vallado que tuvimos que sortear, además de un pluviómetro bastante oxidado y supongo, abandonado.

Se trata de un pico muy atractivo, con vistas preciosas y con unos cortados hacia el Sur, imponentes. Desde allí, tomando unas frutas y bebidas, estuvimos discutiendo y programando una posible ruta futura que uniese Peña Negra, que veíamos al lado, con el propio pico de la Cruz del Camarolos, intentando hacer toda la cordal existente. ! Ya veremos, que sale !









El regreso lo hicimos con la misma dirección que a la ida, ahora hacia el Norte, y algo más al Este de como lo hicimos para llegar a este pico, ya que nuestra pretensión no era regresar por la ida hacia el Realengo, sino buscar unas paredes calizas situadas al Sur de la Cruz del Camarolos, subirlas e ir tirando dirección Este, buscando el Puerto de los Perdigones y de esta manera, ir creando la circular.

Resultó que ascender ese plano vertical calizo, por supuesto campo a través, y después de decidirlo tras estar estudiando esa opción desde el pico, supuso una decisión la mar de entretenida y acertada, ya que disfrutamos enormemente buscando los diferentes pasos entre las rocas y con los tajos al lado izquierdo constantemente.

Al final, terminamos en lo alto de la cordal o cresta caliza, y cómo no? Pues un ratito de entretenida cordal, también.









Terminamos bajándonos de ella, primero, porque se complicaba bastante, segundo, porque se desviaba algo, de la dirección hacia dónde íbamos, así que, entre el resto de cordal al Sur y la alineación rocosa de la Cruz del Camarolos al Norte, continuamos caminando, de nuevo, flanqueados por barreras pétreas, hasta que alcanzamos y superamos el incipiente río Guadalmedina, mejor dicho, su cauce seco.

En ese momento, la cresta rocosa situada al Sur, se acabó, dejamos atrás su extremo más oriental, pasamos un vallado por un saltadero colocado para la ocasión.




Al Sur, se nos abrió un amplio terreno con la Sierra Prieta, algo alejada a nosotros y entramos en una zona algo más arbolada, principalmente arbustos y plantas.

Al momento, tuvimos que superar un nuevo vallado y por un terreno casi llano, exento de vegetación y piedras, dimos con un carril, proveniente del Sur, que cogimos un corto trayecto hasta que nos llevó a una portilla que pasamos.



De nuevo, comenzamos un itinerario mixto entre hierbas y rocas, siguiendo un sendero difuso, que nos iba llevando por la parte alta, aunque algo más bajo, de la divisoria de esta Sierra ( la teórica arista con formaciones pétreas singulares, que dividía ambas vertientes, entre las que se encontraba el Cerro Pelado)

A la altura de la zona de El Torcal, al Sur justamente de los Llanos del Hondonero, donde dejamos el coche, pasamos una ladera inclinada colmatada de rocas, como un canchal, que me llamó la atención por formarse en esa ladera inclinada concretamente, sin poseer grandes paredes que la alimentasen.







Luego, nos quedó el tramo más feo e infernal de todo el recorrido, una zona caótica, sin sendero, donde lo único que tenías claro era la dirección hacia dónde ir, ya que divisábamos perfectamente la mole del Chamizo, pero suponía unos pasos entre rocas, grietas y mucha vegetación entre los bloques de piedras, que hacían que tuvieses que ir de una a otra, manteniendo equilibrios precarios y pasos complicados. Pasado este infierno, el terreno se suavizó y otra vez por marcado sendero, nos condujo al Puerto de los Perdigones.

Nos encontrábamos al pie o base de la crestería del Chamizo, un mundo diferente de lo caminado hasta ahora, dejamos la clara senda, tomamos dirección Norte, entre rocas.

Para ir haciendo piernas, fuimos ascendiendo campo a través, hasta colocarnos en el principio de la propia cresta, en su parte más occidental.





Varias cabras montesas, nos observaban desde sus atalayas rocosas, nosotros comenzamos a ascender por la cordal, por un sendero algo difuso, pero claro y lógico a seguir, a veces con algunos hitos. Comenzamos a tener amplias vistas hacia las dos vertientes, era un tramo muy montañero.



Dimos con una preciosa ventana hacia la zona de Alfarnate, Sureste y tras diferentes pasos entretenidos y algunos algo expuestos, accedimos al vértice geodésico del Chamizo. Nunca me cansaré de hacer este pico, es una gozada y muy montañera, esta sierra del Jobo.
















Tras hartarnos de contemplar las profundas vistas que desde esta elevación se obtenían, continuamos por la cordal, siguiendo la dirección que llevábamos. Bajamos toda la cordal pétrea que formaba la elevación principal del Chamizo, una especie de pirámide rocosa como cumbre y nos depositó en una zona relativamente llana, en cuya periferia había dos o tres hitos de piedras, bastante grandes.












Nuestro propósito era intentar seguir bajando por la cordal y luego tirar al Norte, para ir describiendo la circular.

Comenzamos ese descenso entre caliza, buscando los mejores pasos, intuyendo el mejor itinerario y así fuimos bajando de cota, por esa divisoria pétrea.

Avanzábamos con rapidez, desde luego hay que estar habituados a este tipo de terrenos, pero a medida que descendíamos, las verticales a nuestra izquierda cada vez eran mayores y más impactantes. Llegamos hasta la zona de La Torca, y al no ver nada clara su continuidad, ni por donde deberíamos tirar, para ir realizando la circular, además de que la hora que teníamos, no era la más adecuada para andar por este tipo de terrenos, tomamos una decisión acertada en ese momento, tirar hacia atrás y desandar lo realizado.






Tras una dura subida de retorno, alcanzamos la plataforma flanqueada por los enormes hitos de nuevo y en lugar de proseguir por la cordal hasta el Chamizo, nos desviamos hacia la derecha en descenso, buscando un sendero difuso, poco hitado, que mediante sucesivos zigzags nos llevó a la canal inclinada situada al Norte de la Sierra del Jobo.

Una canal recorrida por un vallado longitudinal a la misma, que en lugar de entorpecer, ayudaba, ya que te servía para apoyarte y sujetarte sobre él, pues la inclinación y el terreno totalmente suelto, era una auténtica pista de patinaje. Había que tener las rodillas en perfecto estado, para acometer esta terrible bajada.










En la parte baja de este descenso, la pendiente se suavizó, pasamos junto al enorme derrumbe del Chamizo, enormes y numerosos bloques de piedras de diferentes formas y tamaños, acumulados en una amplia extensión de terreno.





Sólo nos quedó contactar con el carril, casi a la altura del mirador del Hondonero, donde había un grupo de escaladores, preparándose para pasar la noche en el lugar.




Caminando por el ancho carril, ya relajados del lote impresionante de ruta que nos habíamos pegado, poco a poco nos fue cogiendo la noche, llegando a nuestro vehículo con oscuridad total, como de costumbre.

DATOS DE INTERÉS DE LA RUTA:




 Si quieres el track de la ruta, pincha sobre el siguiente enlace:




NOTA:

Con este blog solo quiero dejar constancia de algunas de las salidas que hago, normalmente acompañado de mis amigos, por las Sierras por las que me muevo. Sólo pretendo aportar mi experiencia personal, en el momento puntual de realizar mis itinerarios, que como comprenderéis pueden ser cambiantes en cuanto a climatología y estaciones del año y no es mi intención que las explicaciones, comentarios y fotos que acompañan a cada una de las entradas de este blog sirvan de guía para otros montañeros, ya que no tiene por qué ser ni la mejor opción de ruta, ni las mismas condiciones del tiempo, ni tampoco los tiempos empleados.
Deseo que os guste, sea de vuestro agrado y os sirva la información.

Gracias por vuestra visita.

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